Japanese Gardens: Symbolism and Design

por Takahiro Naka y Seiko Goto. (31 de mayo de 2002)

EL JARDÍN JAPONÉS. El ángulo recto y la forma natural

por GÜNTER NITSCHKE (1993)

Japanese Garden Design

por Marc Peter Keane (21 febrero 2017)

Explicaciones detalladas de los conceptos básicos de diseño identifican e interpretan el simbolismo de diversas formas de jardín y demuestran estos principios en uso hoy en día en la arquitectura paisajista japonesa.

Temas incluidos:

  • Principios de diseño
  • Técnicas de diseño
  • Elementos de diseño
  • Espíritu de Dios en la naturaleza
  • Poesía en el paraíso
  • El arte del vacío
  • Pasaje espiritual
  • Nichos privados
  • Un parque de coleccionista

Japanese Garden Notes: a visual guide to elements and design

por Marc Peter Keane (11 abril 2017)

Reseña de The japan Times
BY IAIN MALONEY, mayo 20, 2017

«Japanese Garden Notes» es un magnífico libro de fotografías que presenta aspectos del diseño tradicional japonés de jardines. Guía al lector a través de la filosofía del «espacio y el paso», la «función y el arte» y la «intención y el tiempo», explicando por qué se repiten ciertos detalles y las emociones que pretenden inspirar.Si alguna vez se ha preguntado por qué los senderos se despliegan de una forma especialmente serpenteante o qué simboliza una piedra anudada con un cordel negro (no pasar), este es su libro.

Dibujado a partir de las dos décadas de experiencia del autor como diseñador y constructor de jardines en Kioto, y reunido con la delicadeza de una colección de haikus, éste es el tipo de libro que se hojea una y otra vez, deleitándose con las imágenes vívidas y de alta calidad de jardines de todo Japón, algunos de ellos privados, otros pertenecientes a templos.

La prosa de Keane es breve y poética, y a menudo ocupa sólo una escasa esquina de cada doble página, presentada más bien como la etiqueta junto a una exposición en una galería, dejando el máximo espacio para deleitarse con la imagen.

Mi única crítica, como jardinero que soy, es que no haya una sección de «cómo hacerlo». Hay muchas cosas en este libro que inspiran, pero me temo que poco más allá de unos cuantos mitate-mono colocados al azar (cosa redescubierta – un objeto antiguo al que se le da un nuevo uso ornamental) y hojas caídas en otoño encontrarán el camino desde este volumen hasta mi jardín.
Al igual que los propios jardines, cada rincón de «Japanese Garden Notes» ha sido cuidadosamente considerado, convirtiéndolo en un delicioso y nutritivo libro de mesa de café.

The Secret Teachings of the Japanese Gardens – Design, Principles, AestheticValues

por David Slawson ( 2013)

Efectos escénicos: reproducciones de atractivas formas paisajísticas naturales.
Efectos sensoriales: variedades de escala, encuadre, ritmo, movimiento y calidad espacial.
Efectos culturales: incorporación de alusiones a la literatura, la poesía y la pintura clásicas.

La última sección comprende una traducción completa de un manual clásico de jardinería utilizado por los monjes budistas del Japón medieval. Sus reglas para plantar árboles y colocar rocas siguen teniendo sentido hoy en día, y el autor incluye numerosas descripciones de jardines como ejemplos de cómo los antiguos maestros practicaban su oficio.
Esta obra clara y autorizada, totalmente ilustrada con diagramas y fotografías, aclara muchas cosas sobre el sentido compositivo japonés. Pero al mismo tiempo es un alegato a favor de un enfoque más holístico del diseño paisajístico: el reconocimiento de que un jardín debe ajustarse a ciertos principios naturales, además de satisfacer las necesidades emocionales de quienes lo contemplan.

Reseña de X

Pendiente …

Japanese Stone Gardens: Origins, Meaning & Form,

por Stephen Mansfield (15 agosto 2017)

El jardín de piedra japonés es una forma de arte reconocida en todo el mundo. Estos jardines meditativos proporcionan entornos tranquilos donde los visitantes pueden liberarse de las cargas y el estrés de la existencia moderna, satisfacer un anhelo ancestral de soledad y reposo, y experimentar el poder restaurador del arte y la naturaleza. Por esta razón, el valor de los jardines de piedra japoneses es hoy, posiblemente, aún mayor que cuando se crearon muchos de ellos.
En este libro se presentan quince jardines, algunos muy conocidos, como los famosos jardines de los templos de Kioto, otros no tanto, entre ellos jardines repartidos por el sur de la isla de Honshu y las islas meridionales de Shikoku y Kyushu y en la lejana Okinawa.

Reseña de The New York Times

por Dominique Browning, Dic. 3, 2009

(…)
Yin, yang and yen: Those rocks really do it for me. I’m enchanted by the contemplation of precisely raked waves of sand and pebble, and I don’t think it’s just because I’m in awe of the meticulous housekeeping required to maintain such tranquil vistas. It is, rather, my yearning response to all forms of minimalism: Oh, for the simple life, undisturbed by the hyper-stimulation of modernity, unattached to material possessions, untouched by messy reality. “In this newly induced state of mind,” Stephen Mansfield writes in JAPANESE STONE GARDENS: Origins, Meaning, Form (Tuttle, $24.95), “the essential symbolism of the garden elements, stones standing for the eternal structure of the universe, sand and gravel for the temporary nature of the phenomenal world, reveals itself.” How can you not be enthralled by the Kyokusui no Niwa (Garden of the Undulating Stream), which “takes its name from an ancient Japanese ceremony called Doll Floating, in which dolls were sent down rivers on miniature boats, carrying off bad luck with them.” Though I do wish photographers wouldn’t shoot in the glare of noon, this survey of the best of Japan’s stone gardens may send you into the sort of fugue state in which you wake up to find yourself floating through the airport, boarding pass in hand. (…)

CAMINOS Y PASOS

Los caminos son un elemento muy importante en los jardines japoneses y tienen distintas funciones, además de conducir al visitante a lo largo del jardín e a las mejores vistas del mismo, pero también visa influir en la percepción que uno experimenta al descubrirlo.

Caminos más amplios y anchos inducen a una caminata más rápida y que una o más personas puedan caminar a par unas de otras, mientras que un paso estrecho obliga que uno camine en fila y que cuide donde pisa, cambiando completamente su experiencia.

También se definen como más o menos formales, variando el tipo de piedra y en como se disponen, se utilizan en función del tipo de jardín y de la intencionalidad del diseño por parte del maestro, en el modo como espera que el mismo influya en la experiencia del que lo camina. Los caminos que podemos encontrar en un jardín japonés son Shikiishi o Nobedan (caminos pavimentados de piedra) y los Tobiishi (tipo paso de piedras individuales).

El camino de piedra Nobedan 延段

Los caminos pavimentados de piedras, también llamados 延段(Nobedan) son planos, ligeramente más altos que el suelo y se componen de piedras de varios tamaños y formas. Dependiendo del material usado y el modo como se disponen dichas piedras, pueden determinar su uso como un camino más formal o informal. La estética del camino, determinado por el ritmo en la combinación de piedras cortadas, rectas o redondeadas añade un componente de belleza que completa armoniosamente el conjunto del jardín, por lo que es un elemento muy apreciado en los jardines japoneses.

Toda la composición esta pensada para servir un propósito y hasta la distancia entre las piedras determina si este va a ser un camino informal, por ejemplo, al permitir el crecimiento de musgo.

Esta clasificación de formalidad se describe como Shin-Gyo-Sō

Tal como se ha referido antes, el camino Nobedan es una mezcla de piedras de distintas formas y tamaños, pero el tamaño de la piedra y cómo está incrustada en el suelo difiere del sitio y del uso del jardín donde esta colocado y así es como se determina la formalidad de más formal (Shin) a menos formal (Sō).

Un Nobedan formal Shin consiste sólo en líneas rectas, y utiliza piedras de corte cuadrado o trapezoidal y es habitual en jardines de templos, por ejemplo.

El Nobedan Gyo es una mezcla de piedra cortada con guijarros o reutilización de otro material de construcción como antiguas tejas o ladrillos y su uso puede ser adecuado en un jardín de paseo o en un a casa particular.

El camino de piedras Nobedan informal  esta hecho de piedras naturales de distintos tamaños, de bordes redondeados naturales, colocadas en grupos de numero impar y buscando la asimetría.

Otro aspecto importante a destacar es que, a medida que vamos del camino más formal Shin al más informal también la forma del camino cambia de recto a ondulado. Los caminos del estilo suelen tener curvas delicadas que abren poco a poco la visión al visitante, descubriendo nuevas vistas del jardín a medida que uno lo recoge, contribuyendo enormemente al principio de diseño Miegakure – el «esconde y enseña»

Nobedan estilo sō en un Jardín privado – España @carla

“Tobi-ishi” – Camino de piedras voladoras

Su función de piedra individual elevada con respecto al nivel del suelo esta pensada para que, al entrar en el jardín de té – Roji – donde suele utilizarse este tipo de pasos, las personas que lo recorren eviten mojarse los pies, o sus trajes, al caminar sobre el musgo húmedo del rocío matutino o nocturno, dependiendo de la hora a la que hubieran sido invitados para atender a la ceremonia del té.

Estos pasos son comunes en este tipo de jardín o como el camino que precede la entrada de uno sitio de meditación en el jardín, ya que caminar sobre piedras que parecen volar sobre el suelo es mucho más difícil que en un camino plano y llano y requiere un ejercicio de atención por parte del que camina. Esto influye sin duda en la percepción que uno puede tener al desplazarse por el jardín… además lo convierte en una tarea solitaria, ya que no permite que dos persona sigan caminando juntas lado a lado… de este modo se induce la introspección y al estado de espíritu considerados necesarios para entrar un espacio sagrado.

Por otro lado, también es una forma de obligar a una nueva mirada al jardín, mientras uno mira a las piedras para coordinar el siguiente paso, se centra en llegar al fin del camino y, al llegar y levantar la cabeza, descubre todo un nuevo paisaje y detalles que seguramente pasarían desapercibidos si simplemente fuera caminando tranquilamente.

La forma de las piedras, con la parte superior plana, es ligeramente abollada en a parte superior, para evitar que el agua se acumule y así se escurra hacia el suelo. Sus tonos suelen ser naturales y desgastados. Su tamaño es el adecuado al del pie (30cm) y su disposición suele ser un poco serpenteante, evitando emparejar y siempre buscado los numero impares.

Mimificando el movimento natural del caminar, se evita colocar las piedras en linea recta, lo que supondría un ejercicio de equilibrio y un riesgo añadido de resbalarse.

Es habitual encontrar en el punto en el que el camino se divide en dos direcciones, una piedra más grande, que destaca y puede incluso tener un color diferente. Esta la piedra se llama Kagyu-seki (piedra caracol) y para esta función también se puede utilizar una piedra de base de la estructura de una columna de un templo que se designa Garan-seki.

Kagyu-seki en Jardín del Museo Adachi, Japón

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