CAMINOS Y PASOS

Los caminos son un elemento muy importante en los jardines japoneses y tienen distintas funciones, además de conducir al visitante a lo largo del jardín e a las mejores vistas del mismo, pero también visa influir en la percepción que uno experimenta al descubrirlo.

Caminos más amplios y anchos inducen a una caminata más rápida y que una o más personas puedan caminar a par unas de otras, mientras que un paso estrecho obliga que uno camine en fila y que cuide donde pisa, cambiando completamente su experiencia.

También se definen como más o menos formales, variando el tipo de piedra y en como se disponen, se utilizan en función del tipo de jardín y de la intencionalidad del diseño por parte del maestro, en el modo como espera que el mismo influya en la experiencia del que lo camina. Los caminos que podemos encontrar en un jardín japonés son Shikiishi o Nobedan (caminos pavimentados de piedra) y los Tobiishi (tipo paso de piedras individuales).

El camino de piedra Nobedan 延段

Los caminos pavimentados de piedras, también llamados 延段(Nobedan) son planos, ligeramente más altos que el suelo y se componen de piedras de varios tamaños y formas. Dependiendo del material usado y el modo como se disponen dichas piedras, pueden determinar su uso como un camino más formal o informal. La estética del camino, determinado por el ritmo en la combinación de piedras cortadas, rectas o redondeadas añade un componente de belleza que completa armoniosamente el conjunto del jardín, por lo que es un elemento muy apreciado en los jardines japoneses.

Toda la composición esta pensada para servir un propósito y hasta la distancia entre las piedras determina si este va a ser un camino informal, por ejemplo, al permitir el crecimiento de musgo.

Esta clasificación de formalidad se describe como Shin-Gyo-Sō

Tal como se ha referido antes, el camino Nobedan es una mezcla de piedras de distintas formas y tamaños, pero el tamaño de la piedra y cómo está incrustada en el suelo difiere del sitio y del uso del jardín donde esta colocado y así es como se determina la formalidad de más formal (Shin) a menos formal (Sō).

Un Nobedan formal Shin consiste sólo en líneas rectas, y utiliza piedras de corte cuadrado o trapezoidal y es habitual en jardines de templos, por ejemplo.

El Nobedan Gyo es una mezcla de piedra cortada con guijarros o reutilización de otro material de construcción como antiguas tejas o ladrillos y su uso puede ser adecuado en un jardín de paseo o en un a casa particular.

El camino de piedras Nobedan informal  esta hecho de piedras naturales de distintos tamaños, de bordes redondeados naturales, colocadas en grupos de numero impar y buscando la asimetría.

Otro aspecto importante a destacar es que, a medida que vamos del camino más formal Shin al más informal también la forma del camino cambia de recto a ondulado. Los caminos del estilo suelen tener curvas delicadas que abren poco a poco la visión al visitante, descubriendo nuevas vistas del jardín a medida que uno lo recoge, contribuyendo enormemente al principio de diseño Miegakure – el «esconde y enseña»

Nobedan estilo sō en un Jardín privado – España @carla

“Tobi-ishi” – Camino de piedras voladoras

Su función de piedra individual elevada con respecto al nivel del suelo esta pensada para que, al entrar en el jardín de té – Roji – donde suele utilizarse este tipo de pasos, las personas que lo recorren eviten mojarse los pies, o sus trajes, al caminar sobre el musgo húmedo del rocío matutino o nocturno, dependiendo de la hora a la que hubieran sido invitados para atender a la ceremonia del té.

Estos pasos son comunes en este tipo de jardín o como el camino que precede la entrada de uno sitio de meditación en el jardín, ya que caminar sobre piedras que parecen volar sobre el suelo es mucho más difícil que en un camino plano y llano y requiere un ejercicio de atención por parte del que camina. Esto influye sin duda en la percepción que uno puede tener al desplazarse por el jardín… además lo convierte en una tarea solitaria, ya que no permite que dos persona sigan caminando juntas lado a lado… de este modo se induce la introspección y al estado de espíritu considerados necesarios para entrar un espacio sagrado.

Por otro lado, también es una forma de obligar a una nueva mirada al jardín, mientras uno mira a las piedras para coordinar el siguiente paso, se centra en llegar al fin del camino y, al llegar y levantar la cabeza, descubre todo un nuevo paisaje y detalles que seguramente pasarían desapercibidos si simplemente fuera caminando tranquilamente.

La forma de las piedras, con la parte superior plana, es ligeramente abollada en a parte superior, para evitar que el agua se acumule y así se escurra hacia el suelo. Sus tonos suelen ser naturales y desgastados. Su tamaño es el adecuado al del pie (30cm) y su disposición suele ser un poco serpenteante, evitando emparejar y siempre buscado los numero impares.

Mimificando el movimento natural del caminar, se evita colocar las piedras en linea recta, lo que supondría un ejercicio de equilibrio y un riesgo añadido de resbalarse.

Es habitual encontrar en el punto en el que el camino se divide en dos direcciones, una piedra más grande, que destaca y puede incluso tener un color diferente. Esta la piedra se llama Kagyu-seki (piedra caracol) y para esta función también se puede utilizar una piedra de base de la estructura de una columna de un templo que se designa Garan-seki.

Kagyu-seki en Jardín del Museo Adachi, Japón

Sigue leyendo más en una página amiga

Autor